miércoles, 9 de julio de 2014

todo lo que hacemos con los pies, lo hemos de hacer antes con la cabeza.

             Es una de las opiniones más célebres del  futbolista recientemente fallecido, A. Di Stéfano, extraordinario  jugador y, posiblemente, el mejor del siglo XX, pero quizás un poco oscurecido por las hazañas de sus sucesores: Maradona y Messi ( El País, 8/07/14). Ingenioso en el campo y en la vida, estudiaba con detalles los partidos y, cuando se le ponía algo en la cabeza, lo llevaba hasta la última consecuencia.
        En todos los comentarios realizados para recordarle en el duelo y en el reconocimiento, se señalaba  la transcendencia de este jugador para el futbol moderno. Siempre fue futbolista, a cualquier hora y en cualquier lugar, capaz de todo e incapaz de nada, con una visión panorámica excepcional. Revolucionó el futbol y fue el primer modelo de futbolista total.
           En palabras de Maradona, “con su llegada la pelota se llevó un alivio y el futbol comenzó a soñar e imaginar. Siempre comentaba “que se hizo sólo con el coraje, la confianza, el entusiasmo y el cariño que recibió de sus viejos”. Un futbolista  adelantado a su tiempo, en relación a la importancia del entrenamiento mental para optimizar sus capacidades. Desde aquí queremos sumarnos al reconocimiento y a la tristeza por  la pérdida de un deportista y una persona excepcional.