La mente también
juega, es la otra cara del torneo, aquella que vulnera el blindaje sentimental
de los jugadores. Es el comentario final de un artículo publicado en el diario
El País (4/07/14), relacionado con el entrenamiento mental, al que se recurre
cuando las cosas no van bien o los deportistas bajan su nivel de rendimiento. Y
continua, " la mente del futbolista, como la de todo individuo, esconde un
pequeño reducto permeable al nerviosismo, a la tensión y a la ansiedad; tres
factores que se manifiestan con mayor agudeza en aquellas situaciones dotadas
de un componente emocional elevado. En ocasiones, ante una circunstancia límite,
el jugador también
se derrumba".
En el Mundial de
Brasil, más allá de la pelota, millones de espectadores están siendo testigos
de un espectáculo
humano: Ahí están las lágrimas de
Neymar, un chico de 22 años que soporta el peso de la sexta potencia del
planeta en la espalda, los vómitos recurrentes de Messi o el llanto del
veterano Julio César durante la tanda de penaltis frente a Chile. La cuestión
es si, para afrontar estas situaciones
de altísimo significado personal y máxima exigencia personal, en la
preparación de los equipos existe un tiempo dedicado al mismo y cual es su
porcentaje con respecto a los demás aspectos, técnico-tácticos, condicionales y
biomédicos.
Cuando el deportista
se centra en ganar o perder, en factores exógenos frente a endógenos, sumado a
la falta de una preparación mental adecuada, es cuando el miedo campea a sus
anchas por la mente del jugador, obstaculizando y entorpeciendo las
accione eficientes que necesita en
esos momentos. Naturalmente que existen estrategia mentales para generar
"el cóctel de la felicidad" (entrada anterior), es decir, adrenalina,
noradrenalina, serotonina, dopamina y cortisol pero, para eso, es fundamental
entrenar y desarrollar las capacidades mentales, sobre todo las funciones
ejecutivas.
El entrenador Benito
Floro, expreparador del Real Madrid y uno de los precursores de la adaptación
de la psicología a la metodología deportiva en España, explica nítidamente la cuestion:
“No le debes pedir nada más allá de
lo que puede hacer porque si no le deprimes o le ahogas. Si su mente está bloqueada,
ejecuta mal. Eso es lo que está ocurriendo. Brasil, por ejemplo, tiene
prohibido perder. La presión nace en el ambiente y la explicación es el
miedo. Había unos listillos que
hace unos años se reían y se pensaban que esa labor se reducía a sentar al
futbolista en un diván y hacerle un psicoanálisis, pero no es así”.
Desgraciadamente, todavía siguen existiendo este tipo de listillos o listillas
que se siguen riendo de esto, incluso con alguna de ellas me he topado últimamente,
pero en realidad lo que ocurre es que se están riendo de sus carencias y su
propia ignorancia.