Volvemos a ver esta expresión
generadora de ansiedad como título de un artículo publicado en el diario El País
(25/07/14), relacionado con el equipo femenino español de waterpolo, al
disputar la semifinal frente a Hungría, durante la fase final del Cto. de Europa en Isla Margarita.
Es evidente que, cuando participas en una competición,
todos los deportistas salen a ganar, pero ese no es el asunto principal, sino
lo que tienes que hacer para alcanzar la victoria. Ganar esta fuera del control
del deportista, genera incertidumbre, y cuando estas centrado en ello aparece
la preocupación, el temor y la ansiedad porque, por mucho que insistías
mentalmente y te concentres en querer ganar no te aportará nada de lo que
necesitas para tener una eficiente actuación.
Sin embargo, si te centras en lo que tienes que hacer para ganar,
imaginas situaciones, anticipas soluciones, repasas mentalmente las tareas
entrenadas o ejercitas mentalmente
tu plan de competición, estarás más cerca de rendir al máximo nivel
y dar lo mejor de ti mismo. Esto depende del deportista, esta bajó su control y
le aumenta las posibilidades de alcanzar la victoria.
Es un asunto que he comentado con otros colegas y entrenadores, el hecho de estar pensando en ganar durante 3-4 horas antes de la competición, tiene el mismo efecto que 3-4 segundos. Sin embargo, centrarse en lo que hay que hacer y ocupar la mente con esas tareas 3-4 horas, será muy diferente y mucho más positivo que los 3-4 segundos señalados. Cuando se utilizan pensamientos que se encuentran vinculados a contingencias externas, la ansiedad se dispara, lo que provoca un descenso de la motivación y se convierte en una dificultad más para alcanzar el máximo rendimiento. Este es un claro ejemplo de ello.
Es un asunto que he comentado con otros colegas y entrenadores, el hecho de estar pensando en ganar durante 3-4 horas antes de la competición, tiene el mismo efecto que 3-4 segundos. Sin embargo, centrarse en lo que hay que hacer y ocupar la mente con esas tareas 3-4 horas, será muy diferente y mucho más positivo que los 3-4 segundos señalados. Cuando se utilizan pensamientos que se encuentran vinculados a contingencias externas, la ansiedad se dispara, lo que provoca un descenso de la motivación y se convierte en una dificultad más para alcanzar el máximo rendimiento. Este es un claro ejemplo de ello.