En situaciones exigentes y de máxima presión,
el organismo reacciona hormonalmente liberando endorfinas que ayudan a superar
cualquier dificultad que se presente con un reducido gasto energético, con una
sensación de bienestar y de alegría. Las endorfinas son sustancias generadas de
forma endógena, con efectos
semejantes a las sustancia opiáceas, como la morfina, que contribuyen a alcanzar un estado de rendimiento óptimno
o estado flow, en el que todo fluye de forma eficiente y brillante, con una sensación
de “ligereza y sencillez” donde todo es posible.
La liberación de neurotransmisores como la dopamina, la noradrenalina, la serotonina y el glutamato (principal neurotransmisor excitador),
hace que se activen los centros de placer del sistema nervioso, cuyos mecanismos
de acción son semejantes al de las sustancias opiáceas ya señaladas, que funcionan como si se tratara de un analgésico
natural. Se encuentran vinculados a la respuesta emocional, es clave para
afrontar de forma optima la competición y para tomar decisiones
eficientes con resolución y con determinación.
Pero, para que todo ello entre en funcionamiento, es
necesario sentir alegría, optimismo, autoconfianza, disfrute y satisfacción, porque son los ingredientes que hacen posible que
se produzca esta respuesta emocional
vinculada a las endorfinas, permitiendo afrontar las dificultades como
retos personales y alimentar el
deseo de los deportistas hacia los máximos niveles de confrontación. Son la base de un
adecuado “arousal” o estado de rendimiento óptimo en el camino de la autosuperación.