Depende,
hay días que te encuentras muy inspirado y todo sale natural: encuentras el
sitio rápidamente, la intuición te guía y aciertas siempre: todo fluye”. Otras
veces no, has de pensar más porque el rival también te lo complica. “ hay días
que estás más fino y piensas menos”. Vivir sin sueños sería muy aburrido, es lo
que piensa el jugador catalán, C. Fábregas, según lo publicado en el diario El País
(15/10/12).
También el polaco Edward Szczerbicki, que investiga la
manera de recolectar, utilizar y compartir la información experiencial, para
valorar la manera de funcionar en diferentes situaciones, señala que datos, información y conocimiento te
acercan a la sabiduría decisional, (D.V. 12/09/12).
En este sentido, las experiencias que atravesamos a lo
largo de la vida deportiva, las registramos en algún lugar de nuestro cerebro
y, más tarde, cuando nos topamos con situaciones nuevas y necesitamos tomar una
decisión, nos remitirnos a dichas experiencias, buscando una asociación entre
ellas que facilitará una toma de
decisión adecuada. Esta es una de las razones por las que el soñar y recordar los
sueños genera el mismo efecto ante
nuevas situaciones, es decir, “es como si ya las hubieras vivido”. Es lo que facilita la relación entre el pensamiento intuitivo y el reflexivo, siempre presentes, a la hora de tomar decisiones rápidas y eficientes durante la competición.