miércoles, 21 de noviembre de 2012

los seres humanos poseemos una capacidad casi ilimitada para ignorar lo que desconocemos


Interesante cuestión planteada por  el eminente psicólogo y premio nobel de economía en 2002, D. Kanheman, en su última publicación "Pensar rápido, pensar despacio" (2012), que nos ayuda a entender las dificultades que surgen en la preparación psicológica relacionada con el alto rendimiento.
Somos capaces de construir la mejor historia posible para tomar decisiones y,  si es buena, nos la creemos independientemente del conocimiento o de las evidencias reales. Sin embargo, una cosa es creer que se están haciendo adecuadamente las cosas y, otra muy diferente, es saber que las cosas son adecuadas. El saber supone conocimiento y evidencias probatorias de que las cosas son así, mientras que el creer no necesita  semejante principio.
En nuestro caso, nos referimos al saber si el esfuerzo y el trabajo que  realizan los deportistas en su camino hacia el alto rendimiento, son congruentes con lo que deben hacer para alcanzar sus objetivos. Últimamente me he encontrado con jóvenes  que creían que estaban haciendo las cosas adecuadamente pero, al no establecer una diferencia entre el creer y el saber, se perpetuaban los déficits que deberían haber mejorado,  con lo que  sus metas se convertían en inalcanzables cuando inicialmete habían sido posibles.