Son las palabras que señalaba el ciclista C. Sastre antes de llegar a París vestido de amarillo, una vez finalizada la etapa contrarreloj y virtual ganador del Tour de Francia 08. Al parecer gestionó excelentemente la angustia, ya que su actuación en la etapa fue casi perfecta, según los entendidos. Señalaba la importrancia del aspecto mental en el triunfo conseguido y en la capacidad de tomar decisiones correctas en los momentos oportunos. Y continuaba “ dicen que los sueños se cumplen cuando eres niño, pero parece que llegan también cuando eres mayor”. El recordar esos sueños numerosas veces a lo largo de su vida, a pesar de que no lo identifica como parámetro de rendimiento, seguramente habrá contribuido a disputar la etapa con la calma necesaria, con la frialdad ejecutora y con un pedaleo ligero, seguro, firme y de ritmo fácil, según la valoración (El País 27/08/08) de otros corredores españoles presentes en la ronda gala.