En unas conversaciones mantenidas con un
joven jugador de fútbol relacionadas con sus posibilidades de mejora le
indicaba que, para alcanzar su máximo desarrollo potencial, era muy importante
tener siempre en la cabeza el bucle ejecutivo, para utilizarlo cada vez
que fuera a jugar un partido.
Se
trata de un proceso en el cual las funciones ejecutivas son las que tienen una presencia
capital. Me refiero a: a) la capacidad
de anticipación, para preveer posibles situaciones e incorporar las
soluciones para cada una de ellas al plan integral de competición; b) la
toma de decisiones rápidas de manera eficiente, para optar por la solución
adecuada frente a cada situación; c) la autosupervisión, para realizar
una autovaloración post competición sobre los aspectos más relevantes y
contrastarlos con la opinión del entrenador.
d) Retención (Memoria de Tareas)
de los comportamientos más destacables de la actuación, para poder utilizarlos
en futuras situaciones de competición a través del trabajo de anticipación.
La utilización y el desarrollo de estas funciones ejecutivas, contribuirá a que
el deportista talentoso alcance la excelencia de forma más rápida y economica.