martes, 23 de enero de 2018

la ambición como la pasión, puede generar armonía u obsesión III

        Siguiendo con el artículo publicado en el diario El País sobre la ambición)  (14/01/18, I. Serrano- Rosa), los intensos deseos que nos pueden mover en una determinada dirección se encuentran entre lo consciente y lo inconsciente, entre lo racional y lo intuitivo, no tiene porqué ser materiales y el hecho de no identificarlos genera apatía y ausencia de motivación vital. En este sentido, se proponen cuatro pasos relacionados con la ambición armónica:
        A) Identificar metas y establecer de un plan de acción:  Reflexionar sobre quién eres y qué deseas en  esta vida.   Y a partir de esto establecer un plan de acción para identificar y realizar las tareas que te lleven en esa dirección. 
    B) Aceptar incertidumbre y vincularla a la confianza. La incertidumbre se encuentra asociada a nuestra propia existencia; nunca podremos garantizar que las cosas sucederán como nos gustaría, pero si creer en nuestras propias capacidades. Siempre hay que asumir con coraje  la posibilidad de que las cosas no salgan y,  al afrontar problemas, lo importante será la convicción con las propias posibilidades, independientemente de la  incertidumbre.
        C)   Actitud proactiva frente a los objetivos, frente a los retos. Siempre hay que anticiparse a lo que pueda ocurrir. Construir el futuro como nos gustaría que sucediera ayuda a responder eficientemente en  el presente.
        D)  Competitividad.  Lo importante es dar lo mejor de uno mismo, ser capaz de rendir incluso por encima de las propias posibilidades, por eso es importante que  el afán de superación sea ipsativo (dirigido hacia uno mismo), sin emplear esfuerzo en realizar acciones comparativas con los demás porque, lo que hagan los demás, no depende sólo de uno mismo ni está bajo nuestro control