miércoles, 24 de febrero de 2016

no encontrarás viento favorable si no sabes a dónde vas

          Curiosa reflexión apoyada en el pensamiento del fílósofo y senador romano, L. Séneca, que continua teniendo sentido en la actualidad para aquellos deportistas que no establecen objetivos en su camino hacia la excelencia.  Se pueden considerar como  un fin, una meta, una intención o simplemente un propósito.
          Son de gran importancia  en el alto rendimiento por su efecto motivador pero, a veces, son incómodos de establecer, se definen de forma general e imprecisa y numerosos deportistas se sienten obligados a alcanzarlos. Tienen una función orientadora de la conducta en una determinada dirección, se centran en los aspectos relevantes de las acciones, movilizan los esfuerzos y prolongan la perseverancia hacia el logro propuesto.  
          Sin embargo,  deben ser alcanzables, limitados en su número y depender del control del deportista, porque demasiados objetivos al mismo tiempo son imposibles de controlar, se termina  abandonándolos  y generan un efecto motivador contrario al que se buscaba.