En un artículo publicado en el Diario Vasco (03/07/10), relacionado con el partido que enfrenta a los equipos de Alemania y Argentina en el campeonato del mundo de Jobourg 2010, se hace referencia a unas declaraciones del entrenador argentino, A. Maradona, apelando al pariotismo como forma de motivar a sus jugadores.
“Les diré que se dejen la vida y que piensen que detrás de esto hay un país que no disfruta desde hace mucho tiempo y tiene una ilusión muy grande”.Sinceramentepiensoque, si los jugadores se centran en estas consignas, perderán su capacidad para focalizar la atención en las tareas y aumentará su nivel de ansiedad, al situarles en otro contexto diferente. Además, se apela a la presión exógena lo que provocará un aumento de ansiedad.
Y continua “ Depende de vosotros que la gente se levante cada mañana con una sonrisa o no”. Cualquier técnico que conozca el funcionamiento de las capacidades psicológicas se dará cuenta de que no existe relación alguna entre la felicidad de los argntinos y el plan de competición y que, además, responsabilizarles de algo que no depende de ellos, les puede generar desconcierto y falta de claridad de ideas durante el partido. Es decir, es una manera de enturbiar la respuesta emocional de los jugadores y de desfocalizar su atención, que debería estar centrada en las tareas y en aquellas cosas que dependen de ellos.Con este planteamiento es difícil que el equipo pueda mostrar su potencial durante el partido y ofrecer un juego de calidad, acorde a su nivel.Veremos lo que sucede.
“Les diré que se dejen la vida y que piensen que detrás de esto hay un país que no disfruta desde hace mucho tiempo y tiene una ilusión muy grande”.Sinceramentepiensoque, si los jugadores se centran en estas consignas, perderán su capacidad para focalizar la atención en las tareas y aumentará su nivel de ansiedad, al situarles en otro contexto diferente. Además, se apela a la presión exógena lo que provocará un aumento de ansiedad.
Y continua “ Depende de vosotros que la gente se levante cada mañana con una sonrisa o no”. Cualquier técnico que conozca el funcionamiento de las capacidades psicológicas se dará cuenta de que no existe relación alguna entre la felicidad de los argntinos y el plan de competición y que, además, responsabilizarles de algo que no depende de ellos, les puede generar desconcierto y falta de claridad de ideas durante el partido. Es decir, es una manera de enturbiar la respuesta emocional de los jugadores y de desfocalizar su atención, que debería estar centrada en las tareas y en aquellas cosas que dependen de ellos.Con este planteamiento es difícil que el equipo pueda mostrar su potencial durante el partido y ofrecer un juego de calidad, acorde a su nivel.Veremos lo que sucede.