sábado, 19 de junio de 2010

una cuestion de confianza

En el contenido de un artículo publicado en diario El País (19/06/10) se señalaba que el problema de la selección inglesa de fútbol es de confianza. Otra vez se vuelve a relacionar el resultado de un partido con valoraciones psicológicas, pero no sabemos cómo se realizan e intuimos que se hacen a “ojímetro” o al clasico opinable de taberna “a mí me parece”.

Según el articulista, frente a la selección de Argelia resolvió sus ajustes tácticos y de personal y la reforma le resultó positiva, pero no sirvió para ganar. "Faltaba que los jugadores recuperaran la autoestima y perdieran el miedo. El problema es de confianza, ya que el empate contra EEUU la resquebrajó totalmente".

Es un buen ejemplo, en el contexto de alto rendimiento deportivo, de la atribución causal que se hace sin ningún fundamento ni evidencia, salvo el resultado del partido. El verdadero problema es que esta forma de valoración, opinión periodística muy respetable, se traslada con demasiada facilidad a entrenadores y deportistas.

Un jugador de futbol de esa categoría no pierde la confianza ni le baja la autoestima por tener un resultado adverso, porque si así fuera, le sería imposible afrontar el siguiente partido con opciones de sacar su potencial y de rendir al máximo de sus posibilidades.