Es la opinión del ex-seleccionador español de fútbol, L. Aragonés, tras el tropiezo inicial del equipo español en el Campeonato del Mundo de Jobourg-10, aparecida en las declaraciones publicadas en el diario El Mundo (17/06/10). “A España le ha faltado convencimiento desde el primer instante, la derrota ha sido el resultado de una mala gestión anímica”.
Como señalamos a menudo, cuando el resultado es desfavorable, la valoración postcompetición que se realiza del comportamiento de los jugadorescasisiempre se hace en términos psicológicos sin usar instrumentos evalativos que soporten dicha valoración. Además, se utiliza el resultado como evidencia evaluativa, cuando no tiene porqué existir una relación positiva entre comportamiento eficiente y resultado.
Si las cuatro oportunidades claras de gol que tuvo España las hubiera transformado y hubiera ganado el partido 4-1, estas apreciaciones no existirian y, en ese caso, la opinión sería muy favorable. Es la lógica de taberna: cambia el resultado, cambia la valoración.
También se señalaba”Una victoria en el comienzo da confianza y seguridad”, pues sí pero a deportistas principiantes, porque a un deportista de alto rendimiento el hecho de ganar o perder puntualmente en una eliminatoria de liguilla no le debería de afectar y, si está esperando a tener un resultado favorable para tener la convicción de que puede alcanzar el podium, comete un error psicológico importante: La confianza es una capacidad con un control interno y el resultado depende de factores externos, por lo que no conviene relacionarlos si queremos que el potencial de rendimiento de los deportistas dependa de “sí mismos”. En fín, que seguimos estando muy alejados de un modelo integral de excelencia en el deporte, a pesar de que existen conocimientos, potencial humano y herramientas para materializarlo.
Como señalamos a menudo, cuando el resultado es desfavorable, la valoración postcompetición que se realiza del comportamiento de los jugadorescasisiempre se hace en términos psicológicos sin usar instrumentos evalativos que soporten dicha valoración. Además, se utiliza el resultado como evidencia evaluativa, cuando no tiene porqué existir una relación positiva entre comportamiento eficiente y resultado.
Si las cuatro oportunidades claras de gol que tuvo España las hubiera transformado y hubiera ganado el partido 4-1, estas apreciaciones no existirian y, en ese caso, la opinión sería muy favorable. Es la lógica de taberna: cambia el resultado, cambia la valoración.
También se señalaba”Una victoria en el comienzo da confianza y seguridad”, pues sí pero a deportistas principiantes, porque a un deportista de alto rendimiento el hecho de ganar o perder puntualmente en una eliminatoria de liguilla no le debería de afectar y, si está esperando a tener un resultado favorable para tener la convicción de que puede alcanzar el podium, comete un error psicológico importante: La confianza es una capacidad con un control interno y el resultado depende de factores externos, por lo que no conviene relacionarlos si queremos que el potencial de rendimiento de los deportistas dependa de “sí mismos”. En fín, que seguimos estando muy alejados de un modelo integral de excelencia en el deporte, a pesar de que existen conocimientos, potencial humano y herramientas para materializarlo.