Ultimamente he leido en prensa (DV 29/09/08) declaraciones de entrenadores en las que se hace referencia a la adecuada gestión de las emociones para tomar correctas decisiones. Quizás se estén refiriendo a elementos atencionales o motivacionales, porque en todos los casos lo relacionan con aspectos de “locus de control externo” o de ansiedad frente a los posibles errores. Por eso, más que gestionar las emociones deberíamos de conocer y de utilizar el sistema de autorregulación, en el que confluyen aspectos emocionales, cognitivos y comportamentales de forma integral, verdadero garante de la optimización del rendimiento competitivo. Por cierto, algo que también es entrenable y mejorable.