Durante
la preparación de los JJOO de Barcelona-92 y, como una
parte más del entrenamiento, utilizamos esta actividad cognitiva como parte de
la preparación mental. Lo
curioso es que, una vez finalizados los Juegos, algunos colegas me sugerían que
no lo mencionara explícitamente,
porque no había soporte científico
en el que se pudiera apoyar este tipo de intervención.
Sin
embargo, gracias a los estudios y
las aportaciones que mi amigo y colega Alex Garcia- Más ha realizado durante la
última década, ese trabajo experimental ha podido salir a la luz con el
suficiente rigor científico, para ser tenido en cuenta como parte de la
preparación de los deportistas de alto rendimiento.
Para
aquell@s que estén interesados en el tema
y quieran ampliar su conociento sobre ello, pueden consultar Cuadernos
de Psicologia de Deporte, en el siguiente enlace:
Veinte
años después, se mantiene la vigencia y la novedad de dicha experiencia y, por
eso, desde este espacio aprovecho para animar, tanto a técnicos como a deportistas, en su utilización y desarrollo en su camino hacia la excelencia.