La constancia y la voluntad son dos cualidades que se pueden desarrollar en el trabajo cotidiano, que se encuentran relacionadas con el esfuerzo y la implicación personal y que deberían tenerse en cuenta y evaluarse, a la hora de poner en marcha un modelo de excelencia en el deporte.
El orden, vinculado a la organización y estructuración del trabajo que se realiza en el entrenamiento, se encuentra asociado a las necesidades de la competición y, por eso, el plan integral de competición es la herramienta más adecuada para conseguirlo, ya que actua como elemento organizador sobre el que se vertebra el trabajo que se realiza en el entrenamiento y, además, permite ordenar anticipadamente el comportamiento durante la competición
Tambiénsabemos que este plan integral influye positivamente en la motivación porque refuerza la confianza o la competencia percibida en este caso, y amortigua el miedo a cometer errores que, junto al compromiso con el esfuerzo, son las dos dimensiones más importantes de la motivación de logro. Por eso, será muy difícil combinar el orden, la constancia, la voluntad y la motivación para alcanzar la excelencia cuando se carezca de un plan integral de competición.