Es un término que me gusta utilizar al referirme a la inestabilidad que presenta la confianza de los deportistas en determinados momentos de la competición. Concretamente me refiero a los cambios que se producen en ella como consecuencia de la influencia de elementos del contexto que la hacen fluctuante, como por ejemplo, la dificultad estimada. Cada vez que la dificultad estimada por los deportistas frente a una situación, u otros elementos exógenos semejantes, generen cambios en el grado de confianza se puede hablar de confianza líquida.
Es una reflexión derivada de las conversaciones mantenidas con mi colaborador y amigo, Juan Aldaz, relacionada con los hábitos de práctica deportiva. Y aunque se utilice el mismo constructo, el significado en el contexto sociológico es diferente a lo que representa en el ámbito psicológico relacionado con la confianza, ya que en el primer caso es adaptativo y en el segundo desadaptativo.