Son declaraciones aparecidas en prensa (D.V. 07/09/08), referidas al comportamiento de los futbolistas del R.C. Zaragoza, durante el partido disputado contra la Real Sociedad. En mi opinión, quizás se esté buscando explicaciones en una direccción inadecuada. Anteriormente he hablado del miedo a ganar o a perder señalando sus diferencias y, en este caso, no creo que se trata de “miedos”, sino de un desajuste motivacional en el equipo. Inicialmente, los jugadores salen centrados en el juego y en el plan táctico, es decir, presentan una disposición motivacional tarea, pero cuando se ponen por delante en el marcador, se produce un cambio de dicha disposición motivacional y pasan a centrarse exclusivamente en el resultado, olvidándose de los aspectos más relevantes del juego y, sobre todo, del plan táctico. La consecuencia de esto, entre otras cosas, es el miedo a cometer errores o a equivocarse, por lo tanto, en su origen es una cuestión de carácter motivacional que, al no desarrollar estrategias de contención para neutralizarlo, se manifiesta y transforma en un efecto emocional.