Comentando una tarde con mi amigo y colega
Juan Luis, sobre la importancia de centrarse en la mejora como única via para
alcanzar la excelencia, llegamos a esta conclusión: “los modelos resultadistas
aplicados al alto rendimiento son disparatados”.
No conozco a ningún jugador que haya participado en una competición con el propósito de
perder, es decir, todo el que participa en una competición sale a ganar, pero
otra cuestión es la importancia que se atribuya a la victoria. En el alto
rendimiento, ganar es muy importante pero, si buscas
desarrollar tu máximo potencial, la mejora está por encima del resultado.
¿Porqué decimos que es un modelo disparatado?.
Porque
algunas de las características de los modelos resultadistas son: a) funcionan
con probabilidades y nunca con certezas; b) hay elementos relevantes en la
situación que no están bajo el control del deportista; c) el azar es un aspecto
que está dentro de la ecuación del logro; d) cuando aparece el resultado, nada
se puede hacer para cambiarlo; e) No es transportable ni proyectable hacia el
futuro, porque siempre queda en el pasado. En resumen si manejo probabilidades,
si no controlo lo relevante, si dependo del azar, si no lo puedo cambiar y si
no me sirve para el futuro, será un disparate que le atribuya la máxima
importancia a un proceso con estos elementos en juego, cuando pretenda alcanzar
la excelencia.