Continuando con las conclusiones presentadas
en la entrada anterior y relacionadas con el 24 congreso de la SEMG (Sociedad
Española de Medicina General y Familia), celebrado en Donostia del 17 al 20 de
mayo de 2018, publicadas en El Diario Vasco (20/05(17), en el que otra
de las conclusiones de las jornadas señalaban que “los últimos estudios
presentados han demostrado que esta enfermedad puede tener efectos contagiosos
entre los familiares. Sin embargo, fomentar una cultura de
esfuerzo y fomentar la responsabilidad personal en las actividades que realicen
los jóvenes”, es una de las conclusiones aportadas por un estudio realizado por el profesor J. A. Cechini, colega y gran amigo.
En el estudio mencionado y publicado en Stress Health.
2017 Feb 15. doi: 10.1002/smi.2744. (http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/smi.2744/full), sobre una
muestra de 357 estudiantes universitarios con edades comprendidas entre 18 y 29
años. los resultados mostraron que la motivación autodeterminada predijo una
práctica vigorosa e intensa y una
reducción de síntomas depresivos.
Por eso, he considerado importante recordar las conclusiones del estudio dirigido por Cechini et al., en las que abordaban esta cuestión desde una perspectiva autodeterminada, destacando el beneficio personal que genera en la salud mental de
los jóvenes deportistas, el hecho de inculcar el compromiso con el esfuerzo, la
responsabilidad proactiva y la adaptación paulatina hacia una práctica
vigorosa, valores fundamentales que deben estar presentes en todos los programas de formación hacia el
alto rendimiento, sobre todo en la fase de transición rendimiento/alto rendimiento.