Avanzada idea para aquella época del
eminente físico alemán A. Einstein (1879-1955), Premio Nobel de Física en 1921,
que coincide con los estudios del neurocientífico J. Fuster, relacionado con la
construcción de las estructuras cognitivas y los mecanismos decisionales.
Como comentamos en anteriores entradas, la
memoria de trabajo permite realizar actividades cognitivas básicas, como la
comprensión, el razonamiento, o la resolución de problemas, es decir, son las operaciones que realizamos con
la información, elaborándola y reorganizándola para resolver problemas. Con las experiencias del pasado e
implementadas con el conocimiento del presente es la manera de consturir el
futuro. A pesar de ello, numerosos deportistas no llegan a tomar conciencia de
este proceso a lo largo de toda su vida deportiva.
Hoy
sabemos que, si somos capaces de imaginarnos un futuro deseado, estamos
aumentando las probabilidades de que suceda en el presente cuando éste llegue. Y
si se trata del pensamiento rápido, hay que generar estrategias y entrenarlas,
porque no habrá lugar para un tiempo de reflexión previo a la decisión. Por eso, en el alto rendimiento, es tan
importante el entrenamiento mental
para responder de forma
inmediata, con soluciones eficientes, frente a las situaciones que se
presenten.