Es una opinión expresada por el entrenador de
fútbol de la Real Sociedad, D. Moyes, y publicada en el Diario Vasco
(14/04/15), con las que estoy plenamente de acuerdo; sin embargo, los titulares
de la misma entrevista se orientan en dirección contraria a la automotivación:
“el que no esté motivado, no puede estar en la Real”.
Y continuaba la entrevista: “ no concibe que un
futbolista no lo dé todo en un partido oficial, aunque no esté en juego un
puesto europeo o la posibilidad de bajar”; son dos refuerzos extrínsecos que
debilitan la motivación autodeterminada y, cuando lo habitual es pensar en el resultado del equipo, se anula la automotivación.
La automotivación se activa con reforzadores
internos y se desactiva con los externos. Entre los primeros se destaca la competencia percibida, el aumento
del conocimiento para desarrollar el potencial al máximo y la aprobación social.
Entre los segundo el resultado, el puesto en la clasificación, el dinero y la
fama, que tienen alto refuerzo motivacional extrínseco, pero debilitan la
automotivación. Es un buen ejemplo que sirve para explicar los altibajos en la
motivación de los jugadores.