Nos referimos a aquellos momentos de la competición en el que se produce una pausa en la transición entre acciones consecutivas, con una determinada duración entre ellas, que puede ser prevista o imprevista.
Este momento TAPA (Transicion-Acción-Pausa-Acción), en numerosas ocasiones no está previsto en el desarrollo del juego durante la competición, a veces forma parte de la dinámica de competición porque existe un tiempo establecido entre la finalización de una fase del juego y el inicio de otra o, en otros casos, se encuentra establecido el tiempo que transcurre entre la finalización del calentamiento y el inicio de la competición.
En unas ocasiones la zona de calentamiento y de la competición no están juntas, en otras es necesario entregar la acreditación y esperar a que finalicen deportistas o pruebas que preceden a las nuestras. En estos casos la visualización se hace imprescindible para llenar un vacio entre 1, 2, 5 o 10 minutos aproximadamente.
Por ello, es necesario establecer una miniestrategia personal con cada deportista, combinando la imaginación, el control respiratorio y pequeñas acciones enérgicas, con la visualización de pensamientos relacionados con la toma de conciencia emocional, las experiencias pasadas exitosas, el plan de juego previsto y la anticipación de satisfacción por lo que se desea alcanzar, con una libre alternancia para pasar de uno a otro.